Esta revista, al igual que nuestra escuela, constituye un puente entre los profesionales de la industria editorial y aquellos que, de una manera u otra, deseáis formar parte.

Iniciamos nuestra andadura con un propósito: que descubras la magia del lenguaje, que explores sus posibilidades, que practiques distintas maneras de contar. Pretendemos que disfrutes y que aprendas. Que te enamores, que sueñes. Que te plantees un objetivo y que trabajes para conseguirlo. En este espacio encontrarás información y recursos que allanarán las dificultades que surjan en el camino.

Háblanos de ti. De tus dudas, de tus ilusiones, de tu interés por el universo editorial. Explícanos qué te mueve, qué te emociona, por qué estás aquí: queremos conocer tu historia.

Cuando visites la revista, trae a tu perro, a tu dragón o al monstruo que se esconde en el armario. Ven en zapatillas, en pijama o de tiros largos. Visítanos a las tres o a las cinco; de madrugada o al ponerse el sol. Nuestra casa siempre estará abierta para ti.

Que sepas que tengo un gato. Un ruso azul que está muy mayor. Hace un tiempo, le
pregunté: ¿por qué no escribes algo? Airado, me respondió: ¡Soy un gato, no puedo
escribir! Me lo dijo como si fuera tonta o me faltara un tornillo. Entonces, me acerqué a su nariz bigotuda y concentré la mirada en sus pupilas. Fruncí el entrecejo y asentí: Es cierto, no puedes escribir ―reconocí. Y me puse manos a la obra. Removí en los cajones y encontré lo que buscaba: mis viejas gafas de escritora. Se las había prestado a un alumno que me las había devuelto pasado un tiempo. «Ahora lo veo todo claro, ya no las necesito». Me dijo esto y me entregó el manuscrito en el que llevaba tiempo trabajando.
Entonces, agarré las gafas y se las coloqué a mi gato sobre las orejas.
―¡Basta ya de excusas! Ahora, puedes.

¿Y tú?
¿Necesitas unas gafas? ¿No las necesitas?

Sea como sea, ¡bienvenido a nuestra casa!

M. Luisa Penín
Equipo editorial

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