En este artículo recordamos la master class en la que María Luisa ofrecía treinta consejos para escribir una novela, de editor a escritor.
1. Antes de escribir, visualiza, imagina, ponte en la piel del narrador: es tu referente.
2. Establece el arco temporal del relato: evita la fragmentación excesiva (CONTINUIDAD).
3. La progresión de los acontecimientos tiene que reforzar la continuidad.
4. Los viajes en el tiempo. Analepsis y elipsis: úsalos con precaución.
5. El arco temporal: evitar la dilatación excesiva de los acontecimientos en el tiempo.
6. Recoge información sobre los espacios donde transcurrirán los acontecimientos.
7. Toma conciencia de la forma como desplazamos la atención del lector de un personaje a otro. Del contexto al protagonista.
8. Los personajes no son el reflejo de las personas corrientes. No podemos decir que nos representan, sin más. Necesitamos definir sus particularidades, aquello que los hace distintos, únicos.
9. Usad a vuestro favor el poder evocador de los objetos. Escribid una lista de aquellos objetos, enseres, que en cada escena podrían desempeñar una función.
10. El patrón de conducta de un personaje, aquello que hace o dice constituye una manifestación externa de sus particularidades, las realza. Las hace visibles.
Aquello que es peculiar se manifiesta en su voz, en su apariencia, en su visión del mundo, en los rasgos que conforman su personalidad.
11 Conversación y diálogo no son equivalentes. Construye los diálogos como haría un guionista.
12. El narrador: construye una voz, una visión. Dale una oportunidad al narrador equisciente.
13. Dosifica la información con base en la teoría del iceberg.
14. Crea suspense: En algunas escenas, haz que el lector tenga más información sobre lo que sucede que el protagonista.
15. Cuando los personajes dialogan, lo hacen con una intención: defínela.
16. Construye imágenes evocadoras: practica la composición de comparaciones y metáforas.
17. Traza un plan de trabajo y aprendizaje: de lo particular a lo general:
a. de la escena al cuento,
b. del cuento a la novela.
18. Controla el ritmo interno del relato:
a. Predominio de la información nuclear
b. Impresión de dinamismo: introduce figurantes
19. En momentos de bloqueo: Practica técnicas narrativas y disparadores creativos, todo ello en el contexto de la escena.
20. Practica la construcción literaria de las emociones. Son conceptos abstractos, que transformaremos en acciones y reacciones concretas. Hay que transformar las emociones abstractas en sus manifestaciones físicas.
21. La clave está en la persuasión:
a. Personalidad en la voz
b. Particularidad en los personajes
c. Dosificación acertada de la información
d. Intensidad en la acción
e. Dinamismo en el rimo
22. Sin conflicto no hay historia. Presta atención a la potencia del conflicto: trascendencia y alcance.
23. Presta atención al subtexto: el interés de lo que no se cuenta. Antes de que los personajes suban al escenario define la intención con que lo harán.
24. PLANIFICA. El hábito hace al monje.
25. Dramatiza y analiza el resultado.
26. Actúa con sensatez. Si estás empezando: estructura con base en el esquema clásico
27. Si viajas al pasado, que sea para rescatar un dato relevante. No des por finalizada la escena sin devolver al lector al presente de la narración.
28. Al final de la novela el protagonista habrá sufrido una transformación. Define el arco de transformación que experimentará el protagonista capítulo a capítulo, antes de empezar a escribir.
29. Planificación para brujuleros: una arquitectura sencilla:
– situación inicial
– desencadenante
– primer punto de giro
– segundo punto de giro
– clímax
– desenlace
– anticlímax
30. Componed la trama después de haber desarrollado el ciclo narrativo en orden cronológico.
Para finalizar, un consejo extra: ESTUDIAD.
Si os apetece ver la master class y profundizar en el tema, podéis hacerlo desde este enlace.
¡Hasta la semana que viene!