Yo me lo guiso y yo me lo como. Hoy en día, muchos autores se autopublican. Encargar a un profesional el diseño y desarrollo de la maqueta de tu novela tiene un coste que posiblemente no puedas asumir.

La buena noticia: puedes hacerlo tú. No es tan difícil, hacerlo bien está en tus manos pero tienes que respetar las reglas. Un documento mal editado perjudicará tu imagen como escritor y proporcionará una experiencia de lectura deficiente. Si no te ves capaz de asumir la tarea, encarga el trabajo a un profesional; pero puedes hacerlo y si piensas autopublicarte de forma regular te conviene aprender. Iniciamos una serie de artículos que te mostrarán cómo maquetar un documento de forma profesional.

Elegir un programa de maquetación

Scribus o PagePlus son programas gratuitos que puedes utilizar para componer tus obras. Te ofrecen la posibilidad de seleccionar un diseño prestablecido o diseñar tu maqueta desde cero. Personalmente, prefiero InDesign. Desde mi punto revista resulta más sencillo y visual. Puedes contratar una subscripción mensual por muy poco dinero y darte de baja cuando concluyas la maquetación de la obra.
De todas formas, estos programas parten de los mismos principios generales, así que, una vez que hayas aprendido a manejar cualquiera de ellos te resultará relativamente sencillo trabajar con otro. A primera vista parece complicado, pero, cuando te hayas familiarizado con algunos términos, comprenderás que no es tan fiero el león como lo pintan. Lo harás muy bien, ya lo verás.

Primero, en Word o compatible…

La revisión de estilo y ortotipográfica la realizarás antes de empezar a maquetar. La corrección de la obra no se hace sobre la maqueta, sino en el documento que hayas creado con tu procesador de textos habitual.

La corrección definitiva siempre sobre un documento impreso

Mientras escribimos y reescribimos vamos corrigiendo el texto. En ocasiones utilizamos las herramientas de autocorrección que nos proporciona el sistema y revisamos nuestro relato sobre pantalla, pero esto no resulta suficiente cuando se trata de una obra que vamos a publicar. Piensa que leyendo sobre pantalla se cuelan muchos errores. Así que, cuando consideres que la versión en que estás trabajando podría ser definitiva, imprime el documento y vuelve a revisarlo. Es probable que tengas que repetir la operación un par de veces hasta obtener un texto limpio. Solo entonces estarás preparado para maquetar.

¿Empezamos? El concepto de página maestra o maqueta base

Antes de comenzar a maquetar tenemos que diseñar la página maestra. Se trata de una plantilla que contiene los elementos comunes (maestros) que aparecerán en todas las páginas de la obra (encabezados, pies de página, cuadros de texto e imágenes, numeración…). Su función es ahorrar tiempo y evitar los errores que cometeríamos al colocar manualmente estos elementos.Todo lo que sitúes en la maqueta base se replicará automáticamente en todas las páginas del documento, así que conviene que dediques tiempo suficiente a su diseño.

En el próximo artículo te enseñaré a crear una página maestra con InDesign. Estudiaremos los distintos componentes para que te familiarices con la terminología empleada por los profesionales del sector.

De todas formas, prepara lápiz y folios porque, antes de comenzar a maquetar, hay que trabajar sobre papel.

¡Nos vemos muy pronto!

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