Lo que ya está sucediendo
Como escritores, nos interesa seguir muy de cerca la evolución del panorama editorial en nuestro país. En la última década, las ventas de libros, según el célebre agente Guillermo Schavelzon, han caído el cuarenta por cierto y, según editores de nuestro país, esta situación empeorará. La industria editorial tal como la conocemos desaparece, ya no hay vuelta atrás.
Como indica Schavelzon, el sector no está en crisis, afrontamos una nueva realidad a la que tendremos que adaptarnos, porque el mercado se redimensiona, la oferta se adapta a la demanda. No estamos hablando de cosas que sucederán dentro de un año o de diez. Es algo que está sucediendo ahora.
Durante los últimos años, se ha conversado sobradamente sobre el tema, pero no se han escuchado propuestas de solución eficaces. Os recomiendo la lectura del último artículo publicado por Schavelzon en su blog: en él encontraréis algunas claves: Oye, Siri, ¿hacia dónde va el mundo del libro?
Una parte del sector editorial parece preparada para reinventarse y algunos editores se han puesto a la tarea dando un paso significativo hacia delante: unen sus sellos mientras se preparan para funcionar de forma diferente, adoptando el concepto de plataformas como Netflix: ofrecer gran cantidad de contenido mediante suscripción.
Algunas editoriales se están uniendo para hacer frente a esta nueva realidad y así paliar el desgaste que está experimentando el sector. Planifican trabajar juntas, ofreciendo sus obras en un espacio común: se relativiza la importancia de los sellos individuales y el concepto de colección, que pierde sentido frente a otras categorías como temas o preferencias.
En el sector audiovisual esto es lo que funciona. El público prefiere escoger entre grandes cantidades de contenido diverso, que cada uno puede adquirir y consumir desde el sillón de su casa, cuanto antes mejor.
Esta propuesta de colaboración entre editoriales me parece estupenda, porque por fin hablamos de soluciones. Después tendremos que analizar los resultados, pero es un comienzo. Es una apuesta por romper con lo establecido, por ofrecer una alternativa.
Esto tendrá consecuencias, claro. Las librerías, tal como las conocemos, quizás desaparezcan. Hoy en día, la gente lee por recomendación de Youtubers, amigos, conocidos que dejan opiniones en la red… El papel del librero como prescriptor se debilita, porque ha perdido buena parte de los clientes que valoraban sus recomendaciones y que constituían lectores voraces: la clase media. La crisis económica ha acabado con el estrato social que consumía, entre otras cosas, cultura.
Es evidente, que esta situación afectará a los escritores y a la forma como deberán afrontar el desempeño de su oficio. La semana que viene te proporcionaremos algunas claves para que no te quedes atrás.
El sector editorial lleva una década resistiéndose a reinventarse, pero lo que se comenta en los despachos editoriales demuestra que pronto seremos testigos de cambios importantes, de transformaciones que nos permitirán aventurar hacia dónde se dirige el sector, qué retos se está preparando para afrontar. Estaremos atentos para contártelo, porque tu oficio deberá, también, adaptarse a la nueva realidad.
¿Y tú? ¿Cómo crees que afectará la transformación del sector al oficio de escritor? ¿Te atreverías a aventurar una hipótesis?
¡Deja tu comentario y, la semana que viene, lo comentamos!